Proyecto Alta: El reacondicionamiento de un superyate de lujo

El yate de lujo DUMB LUCY, fue botado en las instalaciones de Palmer Johnson en el año 2004 y, aunque posteriormente fue rebautizado como ALTA, su diseño interior permaneció intacto.

El nuevo propietario inició un largo proceso de reacondicionamiento de este elegante yate. Patrick Knowles fue llamado para el trabajo y se le dio menos de seis meses para rediseñar su interior, con la excepción de la cocina y la despensa, de este superyate de 43,86 metros de eslora. El yate de lujo ALTA está diseñado con tres cubiertas y tiene un espacio interior de 444 GT. La tarea consistió en vaciarlo por completo y rediseñarlo en color Java espresso profundo y blanco satinado. Se instalaron mosaicos personalizados en cada uno de los cinco cuartos de baño y se sustituyeron todos los accesorios de fontanería originales. El yate Alta tampoco carece de detalles totalmente personalizados, como los nombres bordados en el exterior de cada uno de los cuatro camarotes.

«Un proyecto como éste suele tener una duración aproximada de 15 meses, y eso sin contar con los retos actuales provocados por la pandemia mundial. El plazo de 161 días era el mayor reto, pero había que cumplirlo. Alta estaba programado para un viaje chárter de una semana en las Bahamas durante las Navidades, así que no tuvimos otra opción que cumplir.»

Funa auténtica montaña rusa! Como en cualquier trabajo de gestión de proyectos, tuvimos días buenos y días malos. Algunos días entrábamos en el proyecto y todo marchaba como un reloj y al día siguiente podía ocurrir algo que nos hacía parar los trabajos.

Trabajar durante una pandemia aumentó definitivamente la presión, porque si un empleado de un proveedor contraía el COVID, eso podía interrumpir el trabajo y tener un gran efecto en cadena.

En un trabajo como este siempre hay sorpresas, así que la clave es tener un margen de tiempo. Siempre planificamos un par de días extra para cada parte del trabajo, lo que significa que si hay algún contratiempo en el camino siempre tenemos un colchón de cuatro días de tiempo para trabajar. Nuestra gran sorpresa llegó cuando sustituimos las jardineras y nos encontramos con la necesidad de nuevas juntas. Tuvimos que encontrar un proveedor que suministrara la junta adecuada, y tuvimos que encontrarlo rápidamente. Con unos plazos de entrega tan elevados, hacer un pedido no era una opción, así que tuvimos que buscar en el mercado local. Fue una tarea ardua, pero lo conseguimos. Lo más probable es que no hubiésemos tenido tanta suerte si no hubiésemos contado con el colchón de tiempo. Es crucial cuando se trabaja en un proyecto tan exigente como el del yate de lujo Alta.

Tenemos nuestra sede en Fort Lauderdale -la capital mundial de la náutica, pero no habíamos trabajado mucho con proveedores locales antes de este proyecto. Normalmente trabajamos en otros países o en otros estados y no solemos trabajar en nuestro astillero. Fue mi reentrada en la industria naval local y me dio la oportunidad de volver a conectar con muchos proveedores con los que trabajé en el pasado. La apretada agenda también me impulsó a diversificar y establecer nuevas relaciones, como la que he mencionado antes. Acabamos de firmar un contrato para un proyecto de reforma importante que comenzará en febrero, y estos proveedores locales nos han infundido mucha confianza. Estamos encantados de volver a trabajar con ellos.

Como ya no hay tantos astilleros de nueva construcción en Estados Unidos como antes, la demanda de barcos de corretaje se ha disparado. No quiere esperar estos grandes plazos de entrega de su yate. A esto se suma la demanda reprimida de yates, ya que la pandemia frenó los pedidos locales durante un tiempo. Pero incluso el mercado de los corredores está apretado en este momento – lo escuchamos una y otra vez. Los clientes que nos encargaron recientemente un proyecto dijeron que habían pasado mucho tiempo buscando su barco perfecto.