Embarcamos en el nuevo yate de lujo REBECA de Benetti
REBECA es el primer yate de lujo de la nueva flota Oasis 40 de Benetti, pero la serie semipersonalizada con diseño exterior de RWD ya está siendo un éxito con 13 unidades vendidas hasta la fecha. Para acompañar las últimas imágenes de Rebeca que acaban de publicarse, hablamos con Enrico Bonetti, de Bonetti/Kozerski Architects en Nueva York, sobre el diseño interior.
Conocimos a Giovanna Vitelli casi por casualidad a través de un amigo común. Le gustó la estética elegante y sencilla y la relación se desarrolló a partir de estos preámbulos. Yo soy italiano y mi socio, Dominic Kozerski, es inglés, y abrimos nuestro estudio en Nueva York hace 20 años. Nuestras raíces europeas hacen que seamos muy diferentes de los innumerables estudios de arquitectura de Nueva York.
La mayoría de los estudios de aquí dividen su trabajo en diseño de interiores, paisajismo, arquitectura, etc. Los dos somos arquitectos, pero tenemos un enfoque más holístico del diseño y nuestro último proyecto, por ejemplo, ha sido la nueva sede mundial de Pace Gallery, un edificio de varias plantas de 75.000 pies cuadrados en el que también hemos desarrollado el concepto de interior.
La idea era desarrollar un diseño poco convencional y semipersonalizado dirigido a propietarios nuevos o más jóvenes que se sintieran atraídos por un estilo de vida más informal a bordo. Benetti lo llamó un SUV del mar, o yate de aventura. Este fue nuestro primer proyecto.
Así que empezamos a proponer alternativas, lo que nos llevó mucho tiempo, ya que aunque Benetti quería algo nuevo y fresco, no estaba necesariamente preparado para todas nuestras propuestas. Pasaron algunas de nuestras ideas por su red de agentes y, a veces, la respuesta fue que no era lo que buscaban los clientes convencionales de Benetti. «Por supuesto que no», decíamos. «¡El objetivo de este ejercicio es atraer nuevos clientes a la marca!». Hubo muchas idas y venidas y, poco a poco, pudimos hacer converger nuestras ideas y encontrar el equilibrio adecuado entre innovación y prudencia.
Desde luego, queríamos que fuera más elegante y coherente que los interiores tradicionales de los yates, en los que los materiales y los acabados cambian de un espacio a otro. Los primeros renders exteriores de RWD tenían una superestructura blanca y el punto de partida fue repetir el blanco en el interior lacado en blanco, que junto con el suelo de teca ofrecen una conexión estilística con el exterior. Queríamos mantener una paleta de materiales y acabados discretamente sencilla, natural y constante en todo el yate, por lo que, además de las paredes blancas y los suelos de teca, tenemos carpintería de palisandro y tapicería de cuero marrón. Intentamos no utilizar etiquetas o marcas conocidas, algo que discutimos con Benetti, por lo que muchos de los muebles independientes también fueron diseñados por nosotros. Un ejemplo es la mesa de comedor de madera de castaño en el sky lounge, que inusualmente está colocada longitudinalmente a un lado.
No diría que especialmente. La curva de aprendizaje consistió más bien en comprender las necesidades de Benetti para asegurarnos de que todos estábamos leyendo la misma hoja de ruta. Nos llevó un tiempo entender lo que podíamos o no podíamos hacer, pero el resto fue bastante sencillo y Benetti está muy orgulloso del resultado final. Al tratarse de un modelo semipersonalizado, hay variaciones en cuanto a materiales, acabados e incluso diseño que los propietarios pueden elegir. Un cliente, por ejemplo, quiere tener su suite en la cubierta superior de popa, donde está el sky lounge, pero la mayoría ha optado por las mismas soluciones que a bordo del yate de lujo Rebeca. Junto con RWD, ahora estamos desarrollando el concepto del Oasis 34.
