Los 3 mejores destinos de alquiler, a bordo de un yate de lujo
Prepárese para desplegar las velas y navegar hacia la puesta de sol, con estos tres impresionantes destinos de chárter.
1. Kamchatka
Situada en el Lejano Oriente ruso, la península de Kamchatka, de 1.250 kilómetros, se encuentra entre el mar de Okhotsk, al oeste, y el océano Pacífico y el mar de Bering, al este. Descrita como la última frontera de la navegación, esta tierra volcánica de fuego y hielo, protegida por la Unesco, pone a prueba a sus exploradores hasta el límite. Si realmente quiere alejarse del bullicio del mundo, este es su destino.
Rara vez se ven superyates en esta ciudad fronteriza, así que hay que reservar con antelación para conseguir una plaza en uno de los pocos yates de alquiler que se aventuran en la zona. Uno de ellos es el yate de expedición La Datcha, de 77 metros de eslora, construido por Damen Yachting. La plataforma de lanzamiento perfecta para las aventuras en el escarpado interior, los fletadores pueden navegar por el embravecido río Mutnovsky, que discurre entre dos hermosas cordilleras a ambos lados y termina en el volcán Klyuchevskaya. La península, que cuenta con 127 volcanes, 22 de los cuales, como el volcán Gorely o el volcán Avachinsky, siguen activos, puede verse a través del helicóptero de su yate de alquiler.
Los invitados podrán bañarse en medio del río Mutnovsky, sumergirse en un manantial volcánico en el Valle de los Géiseres, o realizar un safari para avistar marmotas, linces, osos pardos o zorros árticos. Si tiene suerte, incluso podrá ver grupos de ballenas jorobadas o azules en migración desde la cubierta de su superyate o embarcación auxiliar. Kamchatka, un lugar de extraordinaria belleza primigenia, picos cubiertos de hielo y volcanes activos.
2. Cuba
Algo diferente a la tierra del fuego y el hielo son las costas de arena blanca de la a menudo olvidada isla caribeña de Cuba. Con 3.000 millas de costa, una elegante arquitectura barroca y un encantador ritmo de rumba, Cuba ha abierto recientemente sus bahías vírgenes a los aventureros que alquilan superyates.
Con una vibrante combinación de belleza serena, las ciudades coloniales como La Habana con fiestas nocturnas, y selvas con cenotes ocultos para nadar, Cuba es un lugar que realmente lo tiene todo. Con más de 4.000 atolones de coral y bahías para echar el ancla, este paraíso caribeño casi olvidado cuenta con la tercera barrera de coral más grande del mundo, donde es posible ver una abundante fauna que va desde tiburones ballena a tortugas marinas, e incluso caimanes de agua salada.
Sumérjase en los mayores tesoros naturales de María La Gorda, una legendaria base de piratas caribeños en el verdadero oeste de Cuba. Desde aquí, los huéspedes pueden visitar la plantación de tabaco de Cubata Cigars, donde se elaboran puros especialmente para resistir las condiciones climáticas a bordo de su yate. En cambio, diríjase a Cayo Largo del Sur, una pequeña isla conocida por sus largas playas de arena blanca y Playa Tortuga, donde hay un centro de protección y cría de tortugas marinas en peligro de extinción.
Los invitados pueden visitar la encantadora ciudad de Baracoa, a la que sólo se podía acceder en yate hasta la década de 1960, para explorar las imponentes montañas y la selva tropical. O ponerse las botas de montaña para explorar los senderos de la reserva natural de El Yunque y encontrar las numerosas y magníficas cascadas.
3. Paso del Noroeste
Si realmente quiere ir más allá para encontrar uno de los chárteres de superyates más espectaculares y exclusivos del mundo, no busque más que el Paso del Noroeste. Comenzando en Groenlandia, pasando por el archipiélago ártico canadiense y terminando en las costas del norte de Alaska, este paso es una de las vías navegables más legendarias del planeta y el sueño de muchos exploradores. Sólo 300 embarcaciones han completado esta ruta en su totalidad, pero usted puede añadir su nombre a la lista de personas que han hecho al menos una parte de la ruta.
Accesible sólo cuando el hielo se derrite durante un breve periodo del año, navegará a través de grandes fiordos, rodeado de dentados picos montañosos e icebergs flotantes. Deténgase en lugares históricos a lo largo del camino, vaya en trineo tirado por perros en Groenlandia, navegue junto a las poco visitadas comunidades inuit y conozca su singular cultura, y sitúese en el puente de mando de su yate para avistar señales de narvales, morsas o incluso osos polares. Cuando se alquilan barcos con helicópteros, los invitados pueden contemplar las vistas desde una magnífica perspectiva zona.